Odio a la gente ambigua. La que es capaz de tocar la guitarra un día y al otro estar con las maracas en la mano, bailando al son de Tito Puente. No entiendo los cambios radicales de pensar, ni las transformaciones, ni modificaciones tipo "Morph" de gustos, estilos de vida y pensar. Ahora hay gente que nunca ha estado interesada en la política y postulan sus efímeras masturbaciones mentales preocupadas por la actualidad del día a día agrupando toda la mierda que ven, escuchan o son capaces de transmitir vía red social o "face to face".
Ahora hay gente que cambian de look como de calzoncillos. Personas que dejan su personalidad atrás para comenzar con el ritual de múltiples salpicados de influencias externas, de su nuevo círculo de amistad, y hacerlos propios para aglutinar todo un heterogeneo y perverso perfil lleno de asquerosa superficialidad.
¿Dónde están los principios? ¿los valores? ¿los ideales propios inalterables? ¿dónde quedó aquel estilo personal y la forma de actuar destacada de cada individuo?
Hacemos personas en serie. Metáforas de humanos que se dejan llevar y ya no persiguen un fin o una meta. Tenemos una jungla repleta de carnívoros de lo singular y que apesta a falsedad. Al final, todos son la misma mierda fotocopiada en cualquier burdel de mala muerte. Una imagen prostituida por las modas y la falta de personalidad.
